El mundo frecuentemente sin sentirlo o expresarlo, tiene sed de ideal y de valores. La tarea de la educación está en suscitar en cada persona, según sus tradiciones y sus convicciones y con pleno respeto al pluralismo, esta elevación del pensamiento y el espíritu hasta lo universal y a cierta superación de sí mismo.

La educación tiene la misión de permitir a todos sin excepción hacer fructificar todos sus talentos y todas sus capacidades de creación, lo que implica que cada uno pueda responsabilizarse de sí mismo y de realizar su proyecto personal, siempre en búsqueda de un mundo más visible y más justo; este mundo podrá ser posible gracias a la educación y esta está íntimamente ligada a la ética.

La Educación es el momento de la ética, al respecto Aristóteles en la "Etica a Nicomaco" la concibe como algo de lo cual - hay que hablar a los jóvenes hasta que tengan edad suficiente para entrar en el mundo de la política- como una preparación necesaria para entra en el mundo de la ciudadanía.

Por ello, la educación y la educación ética son partes importantes de cualquier formación humana. No se puede ni se debe formar solamente a las personas desde el punto de vista laboral; por encima de todo se debe formar su capacidad de convivencia y ciudadanía, personas capaces de responsabilizarse de lo que hacen, crear personas capaces de autonomía, de iniciativa propia, personas solidarias, capaces de cooperar con los demás. En fin, hay que educar para la ética, sabiendo que educar es ya en sí, una labor ética emancipadora. Etica y Educación Integral

La educación que necesitamos hoy debe trascender mucho más allá de la simple educación cognoscitiva o intelectual y abarcar la educación de toda la persona, incluyendo el desarrollo de la personalidad y del aprendizaje orientado hacia uno mismo. El hombre es necesariamente educable, ya que como nos dice Fullat (1988): "O hay educación y entonces contamos con el hombre, o no hay educación y nos quedamos sin él, por muy generosa que haya sido la biología heredada" (P. 240); la importancia radica en cómo educar.

Nosotros, educadores del siglo XXI tenemos que saber muy bien, a nivel personal y profundo, la postura que hemos de tomar con respecto a la vida; estar convencidos del modo cómo vivir nuestros valores y cuál es el tipo de individuo que deseamos y esperamos que surja de nuestro grupo educativo, de lo contrario la educación será un fraude para la sociedad y más aún, para nuestra propia vida.

Hace falta entonces, un modelo educativo vinculado a la teleología, desde dentro hacia fuera, donde la educación orienta la estimulación, la libertad, la autonomía y la creatividad, ya que la educación no se resuelve sólo en el campo de la ciencia, persona no es solo ciencia. El hombre que se educa, debe decidir, y decidir es valorar y los valores no son datos que se estudien científicamente.

He aquí la importancia de la educación; ella construye nuevos valores. Educación y Valores

A partir de proceso social que supone la educación "se exige" al docente del nuevo milenio que prepare "integralmente a la población. Las soluciones a los problemas actuales no tienen que ser solo técnicos, sino que tienen una dimensión ética "porque está en juego el destino de la persona sobre el planeta" y se explica en lo siguiente: Esta dimensión ética de la educación implica que los individuos tienen necesidades de un horizonte de valores que orienten su comportamiento social en el mundo cambiante... enfrentar los problemas con sentido ciudadano... con autonomía personal, conciencia de sus deberes y derechos y sentimientos positivos de vínculo con todo ser humano comprometido en la búsqueda de una sociedad más justa y solidaria.

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